Dredge una aventura Lovecraftiana

GRÁFICAMENTE

Es una delicia de juego, está hecho con un cariño y mimo por los detalles, que sólo el mero hecho de verlo ya merece la pena. Los decorados, hechos con un modelado poligonal básico, están pensados para decir mucho con lo mínimo. Los objetos están hechos con formas muy sencillas y mapeados con luces y sombras, pero el nivel de detalle, hecho como de pinceladas, aporta un toque personal muy agradable. Los peces que nos vamos encontrando están representados con simples formas pero con texturas pintadas que les dan una característica única.

Contamos con un inventario, en forma de bodega del barco, donde iremos colocando nuestros peces y accesorios, está dispuesto en forma de cuadrículas donde tendremos que encajar todo para ajustarnos al espacio disponible. Espacio que podrá ser aumentado. Es un diseño escueto pero muy bien pensado.

También contamos con una especie de libro donde catalogaremos las especies, y que mediante unas fichas muy chulas tendremos toda la información necesaria dividida en categorías.

Como vemos, es un juego que gráficamente tiene su propio estilo y lo coordina muy bien con la temática del mismo. En sí, el juego tiene un apartado visual de tonos apagados que le sientan de maravilla.

La animación de los objetos está muy conseguida. Bajo el mar, como en sombras, podemos vislumbrar las formas de los peces, moviéndose en círculos de forma bastante realista, dándole al juego un plus de calidad. Nuestro barco puede verse azotado por monstruos que rompan ciertas partes, en esos momentos una animación nos mostrará al monstruo y como nuestro barco recibe el daño.  A grandes rasgos, la animación del juego se limita a lo justo y necesario pero lo hace muy bien.

MÚSICA

La banda sonora que nos acompaña durante el juego es una música melancólica, y aunque no siempre tiene ese toque triste, inunda al juego de emociones y le aporta ese toque misterioso y bucólico. Tiene diversos temas, de hecho, si adquieres el juego en su edición Deluxe, encontrarás un código para poder descargarla. Durante la aventura, viviremos diversos momentos, unos serán más alegres y otros más tristes, tendremos que huir de monstruos a toda prisa, o iremos a contrarreloj para llegar a puerto sanos y salvos. En todos estos momentos, la música nos acompañará de forma elegante. Su tema principal «The Restless Town» es una preciosa canción que nos sumirá en recuerdos nostálgicos.

FX

Si nos acercamos a algunas islas, escucharemos a las gaviotas, en otras islas de estilo caribeño oiremos el ulular de los monos y tucanes. Cada isla, tiene unos sonidos característicos que le dan un encanto especial a la aventura.

En los manglares, que escuchamos el crujido de los árboles y los gorgojeos que salen del fondo de las mangas marinas. Podremos oír el romper de las olas y el gorgoteo de las gotas de agua cayendo por la cubierta del barco. Cómo la madera de nuestro barco chirría mientras viramos, o los ruidos metálicos de los aparejos. Los sonidos que acompañan a las acciones que realizamos, nos llevan cerrando los ojos a la cubierta de un barco pesquero. Ese sonido viscoso de los cuerpos de los peces al rozar entre ellos en las redes o al entregarlos al pescadero, son detalles que hacen ver lo cuidado del apartado sonoro de este juego.

No tenemos voces como tal, solamente una serie de ruidos o muecas a la hora de hablar con los personajes del juego, por ello, no se puede hablar de doblaje.

Hoy vamos a hacer una excepción, y en vez de hablar de la jugabilidad, os proponemos este interesante análisis sobre qué elementos del imaginario de Lovecraft se encuentran en el videojuego.

EL LORE LOVECRAFTIANO.

Una de las cosas que más impactan nada más empezar a jugar Dredge es su estética oscura, misteriosa, lovecraftiana. Es por eso por lo que en este análisis profundizaremos en los elementos del universo y canon del autor H. P. Lovcecraft se encuentran en el videojuego.

H. P. LOVECRAFT.

Lovecraft fue un autor estadounidense que vivió entre 1890 y 1937. De pequeño fue un niño peculiar, no se relacionaba con el resto de chicos y muchas veces hacía de rabiar a sus compañeros, es por eso que Lovefract terminó por estar algo marginado y que contó con muy pocos amigos en su vida adulta. De noche leía y dormía por las mañanas, por lo que ni siquiera pasaba tiempo con su familia. Era, en efecto, una persona solitaria.

Tal vez esta marginación también se debiera a los hechos que marcaron su vida: la muerte de su padre y una madre sobreprotectora y ultraconservadora con la que no se llevaba bien. Al ser un niño enfermizo pasaba aún más tiempo solo, sin contacto con el mundo exterior. Y su racismo en la madurez lo llevó a aislarse completamente.

Entre sus gustos y desagrados se encuentran algunas peculiaridades que encontraremos en sus obras. Por un lado, adoraba a los gatos, y llegó a poseer uno negro al que cogió mucho cariño. Por otro lado, odiaba a toda criatura del mar, lo que se verá reflejado en su obra, mostrando a estos animales corrompidos, podridos, viscosos… Una gran parte de su imaginario se compone de bestias que tienen tentáculos, aletas o escamas.

Lovecraft, un autor peculiar, ha llegado hasta nuestros días gracias a sus relatos y a su planteamiento de un canon abierto, en el que permite que muchos otros autores con estéticas y temáticas parecidas sean introducidos como “lovecraftianos” en su propia poética. Eso quiere decir que cualquier autor que quiera aportar algo más al conjunto de las obras del Lovecraft, puede hacerlo siendo incluido en el universo lovecraftiano, puesto que el propio escritor quiso plantearlo no como algo cerrado y ordenado sino como un universo que va mucho más allá y se enriquece con las ideas de otros autores.

MONSTRUOS MARINOS, PECES Y SERES CON TENTÁCULOS.

Dredge se vale de su temática principal para presentarnos a sus monstruos acuáticos, que tienen una estética muy lovecraftiana.

Desde el pez más pequeño hasta el monstruo más armado de tentáculos, todos tienen algo de ese universo del que hablábamos antes.

Teniendo en cuenta que ya un pez normal para Lovecraft significaba un ser repugnante y escurridizo, veremos incrementada esa sensación cuando pescando nos topamos con una aberración, esto es una versión monstruosa de las múltiples especies acuáticas que están representadas en el juego. Normalmente, estas especies valen más dinero. Tienen los ojos más grandes, bultos, escamas verdosas que nos remiten a la podredumbre, etc. No son agradables a la vista y por algún motivo nos hace pensar que si existen es porque algo raro está ocurriendo en la Isla. Estos peces parecen enfermos y nos dan a entender que o bien han nacido de una aberración mayor o bien algo contamina las aguas.

La simple idea de que exista una aberración más grande que produzca todas esas especies “malditas” ya nos remite a la idea lovecraftiana de la impotencia del ser humano frente a un ser que no comprendemos. Un ser que permanece oculto en las oscuras masas de aguas y que aguarda el momento justo para surgir. Un ser insondable que observa la vida humana.

De vez en cuando, mientras vamos con nuestro barquito a la faena, tenemos la sensación de que nos están vigilando. Los isleños nos hablan de naufragios ocurridos tiempo atrás, dejando caer que no todo es como debería ser. Esas desapariciones y muertes sin explicación, todas las aberraciones que encontramos, nos da la sensación de que estamos ante algo que no podremos derrotar, algo muy superior al ser humano. Una abominación cósmica que toma aspecto a veces de divinidad o mito ancestral, puesto que podemos recorrer algunas islas y ver altares dedicados a ciertas especies de seres acuáticos.

Otro aspecto lovecraftiano en este juego es la idea de que esta abominación cósmica era conocida por nuestros ancestros mucho antes de que llegáramos nosotros y fue olvidada, dándole un poder inconmensurable por no tener datos actuales de lo que supone esta criatura. El pasado olvidado que advierte el futuro es un tema muy trabajado por el autor en sus obras.

LA NOCHE Y LO ONÍRICO.

La sensación de que estamos viviendo un sueño es uno de los rasgos propios de Lovecraft, puesto que en muchos de sus relatos recurre a ello como parte de ese conocimiento u especulación de un ente superior. Los sueños aportan incertidumbre, pues el hecho de no saber si algo es cierto o solo soñado nos deja intranquilos. Vivimos entre certezas y la mera visión de algo que nos es familiar, pero al mismo tiempo extraño hace que instantáneamente nos recorra un escalofrío por la espalda. Pillamos un pez que ya hemos visto antes mientras pescábamos, pero que ahora se nos muestra con el vientre hinchado, escamas como roídas y una piel viscosa y verduzca. Es el mismo pez, pero sin embargo lo vemos diferente, como una “aberración”.

Las visiones en la noche de barcos fantasmas, que toman forma tras la niebla. Rocas que aparecen y desaparecen como por arte de magia. Visiones que nos acercan a la locura. Todo esto ocurre en Dredge y tiene parte de ese universo oscuro y lovecraftiano. Lo onírico en Lovecraft tiene un significado casi alucinógeno. Pero esa locura siempre está producida por la intuición de la existencia de un ente incomprensible. Y así es exactamente cómo se produce en el juego. Aunque no siempre tengamos contacto con lo extraño, lo siniestro aparece en forma de duda: ¿Hay algo realmente en estas aguas? ¿Esa roca estaba ahí?

No hay nada claro en el archipiélago, lo único que sabemos es que es más seguro el día. El problema es que la noche llega rápido y muchas veces nos pilla en el medio de la nada, desprotegidos y sin puerto a la vista.

EL MAR, LO INABARCABLE INEXPLORADO.

Grandes masas de agua se extienden ante nuestro barco, un espacio muy amplio entre una isla y otra que tendremos que recorrer con la creencia de que por algún motivo en estas aguas hay un ente que sabe dónde estaremos en cada momento. Allá donde vamos nos siguen las cosas extrañas y las visiones alucinatorias.

El mar para Lovecraft es un lugar que nunca será explorado a fondo y por lo tanto nunca podremos comprender enteramente. Los misterios quedan ocultos por debajo de la superficie, a tanta distancia de nuestro barco que es completamente inalcanzable. Oculta seres cuyas dimensiones y capacidades desconocemos.

Pero no solo eso, el mar está en constante movimiento, dejándonos con la imposibilidad de aferrarnos a lo seguro, arrastrándonos con su fuerte oleaje. Así como han tenido lugar muchos naufragios en el archipiélago, también nosotros sentimos que, al recorrer este amplio mapa, sufriremos la tragedia.

Con el oleaje nuestro barco es más difícil de controlar, por lo que acabamos desorientados y perdidos en medio de la nada, o encontrando cosas “fuera de lugar”. El mar trae consigo lo desconocido y nos arrastra a aquello que no comprendemos.

EL MENSAJE EN LA BOTELLA.

Lovecraft está muy presente en Dredge, ya sea por la información que nos ocultan los isleños sobre aquello que se esconde en lo profundo, o por todas las visiones que nos desorientan en el oleaje. Su huella es irrefutable y es por ello por lo que queremos terminar recomendando algún relato lovecraftiano que pueda acompañar vuestro vicio con el juego.

Vemos en Dredge un candidato al Indie del año como fue Cult of the Lamb. No sabemos si se lo llevará, porque es muy particular en lo jugable, pero debería por lo bonito y bien estructurado que está, con unas mecánicas bien implementadas y ese Lore tan particular y atractivo. ¡Buen juego, Black Salt Games! Buena apuesta Team 17.

A modo de despedida, os dejamos las obras que más destacamos del autor:

La llamada de Cthulhu.

Más allá del muro del sueño.

La nave blanca.

Los gatos de Ulthar.

El templo.

La ciudad sin nombre.

Hongos de Yuggoth y otros poemas fantásticos.

BIBLIOGRAFÍA:

Lovecraft, H. P. (2010). HONGOS DE YUGGOTH.

Lovecraft, H. P. (2014). Dagón y otros cuentos macabros. Alianza Editorial Sa.