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¡Una pinta por aquí!

Administrator

Ru Benben

Apasionado de los mundos abiertos y obseso de los teraflops.

Fecha de salida: por confirmarse /  Plataformas: Móvil.

Towny Bar

Si hay algo en lo que Málaga no decepciona es en su comida y su bebida. El campero con patatas, la porra antequerana (¿o era salmorejo? No lo sé, a mí de todos modos me gusta más el gazpacho), el pescaíto… Toda la región andaluza nos endulzó la estancia desde que llegamos a Guadalindie. Nos rugían las tripas a todas horas (cosa que no es de extrañar) y pensábamos constantemente las delicias que íbamos a probar en los sucesivos días. Pero en la entrada al Fycma descubrimos que los verdaderos proveedores de maravillas degustativas nos esperaban dentro, en un pequeño stand dirigido por un tabernero encantado de mostrarnos sus productos: Joan Bonet, o más conocido en estos lares como… ¡Siurell!
Así es, el desarrollador y programador de videojuegos mallorquín nos saludaba con su cerveza fresca y su Towny Bar encantador, un simulador en el que la gestión de recursos es fundamental para poder abastecer a toda una comarca (y a sus gatos) de buena bebida.

A todos desde pequeños nos gusta simular la vida adulta, es por eso por lo que me planteé crear este juego.

Siurell

Joan comenzó a trabajar en este proyecto desde el año de la pandemia, 2020, y ha continuado hasta hoy, implementando mecánicas nuevas y generando alrededor de los habitantes de Towny Bar un halo de misterio que el jugador tendrá que desentrañar a través de las conversaciones que nutren la narrativa de este pixel art.

Todo un reto.

Constituido en una dura realidad como fue la cuarentena ocasionada por la pandemia de Covid-19, Siurell nos comentaba que uno de los mayores retos que se encontró fue el de desarrollar un juego él solo, programando e incorporando todos los ingredientes para que esta taberna funcionara: “Comenzó como un proyecto personal que quería empezar y terminar. Y ahora estamos aquí… Así que… ¡Creo que ha funcionado!”.

Joan (Siurell) se había propuesto firmemente llevar un juego hasta su publicación, aunque el desarrollador tiene otros dos (SpaceCats Odyssey y The Board Ai) que tienen un regusto a buenas ideas y originalidad. Nos explicaba que la creación de Towny Bar resultó un esfuerzo muy bruto que había merecido la pena al ver los resultados y a cuantísima gente le había gustado en la feria Malagueña. “Fue algo difícil porque tuve que crearlo yo todo desde cero”.

Para poder guisar su Towny Bar, el creador de esta “taberna de barrio” había emulsionado su habilidad de programación con sus diseños tan carismáticos para la cocción de un juego que devorará todas nuestras tardes de un bocado.

Adicción allá donde vayas.

Y es que efectivamente, Towny Bar es un come horas de lo más adictivo, en el que llevaremos la gestión de un bar, junto con lo que esto implica: reformas y reparaciones del edificio para crear un ambiente agradable, generar nuestros propios ingredientes en un huertecito a un costado de nuestro local, pero sobre todo… ¡Servir y servir cervezas! En este juego podremos deslizar las cervezas por la barra, mecánica que nos mantendrá atrapados eternamente.

“Todos tenemos tiempos muertos que invertimos en redes sociales, que muchas veces no aportan nada. Se me había ocurrido que ese tiempo se pudiera invertir en algo más satisfactorio, en el que el jugador tenga el control”. El juego está pensado para móviles, por lo que disfrutaremos de sus habitantes y esa bebida de oro allá donde vayamos.

¿Y en el futuro?

Siurell nos contaba sobre los planes futuros para su criatura. Y es que además de hacerla crecer desde una narrativa interesante y llena de personajes carismáticos, también incorporará mecánicas nuevas con las que alimentar la jugabilidad: “Estaría bien que hubiese más gatos… Gatos que te tirasen la cerveza cuando la vayas a servir”.

Su elemento principal, el lanzar la cerveza a través de la barra, se cebaría de gatos rebeldes que con sus suaves patitas nos harían más complicada la gestión de la clientela, una idea muy original que queremos ver cuanto antes en el juego.

 

 

Desde que lo probamos, nos dimos cuenta de lo fresco y sabroso que podría ser un juego como el de Siurell, en el que podamos tener nuestro propio bar y una clientela sedienta de historias y buena cerveza. Un bar en el que poder entablar conversaciones ricas en misterios y trabar nuevas amistades con los personajes que se nos acercan. Un bar que se sienta como la comida casera: Towny Bar.

Así que, con todo, os dejamos que echéis un vistazo a esta delicia que esperamos con ansias.

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