El destino es más interesante si puedes intervenir en él
Nunca pensé que un videojuego me haría sentir tantas cosas en tan poco tiempo y con una premisa tan sencilla, pero la verdad es que The Cosmic Wheel Sisterhood se ha convertido en uno de mis indies españoles favoritos.
Su narrativa interactiva, la posibilidad de crear mi propia baraja de tarot y el haber estado rodeada de personajes tan chulos me ha llenado de una sensación mágica. Me ha ayudado a reconocer uno de los sentidos de la vida de una forma más humana y a conocerme más a mí misma.
”A tu lado, el cosmos es mucho menos desagradable.
Deconstructeam, el equipo valenciano conformado por Jordi de Paco (diseñador narrativo y programador), Marina González (concept artist) y Paula Ruiz “fingerspit” (compositora) nos brindaba en 2023 la posibilidad de conocer a Fortuna y al resto de personajes en un escenario precioso: un asteroide en el que la bruja exiliada había construido su casita. El juego, creado durante la pandemia de Covid-19 nos muestra los reflejos de lo que supuso la experiencia de vivir aislados de nuestros seres queridos durante tanto tiempo en una producción que supuso un gran reto para sus desarrolladores. Podemos percibir cómo muchas de las dudas existenciales que se asomaban por las mentes de estos tres creadores en tan duras circunstancias toman forma en este juego sólidamente, llegando a apelar al jugador tan directamente que este termina examinando su propia existencia. ¿Somos dueños de nuestra vida? ¿O hay alguien girando la rueda cósmica para que las cosas nos vengan de una determinada forma? ¿Quién escribe nuestro destino?
Como resultado a todas estas preguntas surge un juego que pretende que seamos nosotros quienes las resolvamos en una narrativa interactiva en la que nuestras decisiones serán fundamentales para hacer avanzar la trama.
Desde que comencé a jugar este juego supe que esta historia me resquebrajaría el alma. Y tenía razón, acabé destrozada. Destrozada porque sabía que emocionalmente esta suerte de aventura conversacional con mezcla de construcción de mazos me iba a involucrar muchísimo. Destrozada porque sabía que no podría revivir todo lo que me había pasado interiormente mientras jugaba este juego como si fuese la primera vez. Destrozada porque tenía que despedirme de unas brujas y un demonio que se habían convertido en mis amigos tras mis diez horitas de juego.
The Cosmic Wheel Sisterhood comienza de la manera que mejor podría hacernos sentir identificados con Fortuna, pues nos muestra a esta vidente encerrada en su casa por un castigo de 1000 años de aislamiento que le ha sido impuesto tras predecir la caída de su aquelarre. La joven, harta de haber cumplido 200 años de ese castigo, decide invocar un behemot para que le ayude a salir de la situación. Este demonio llamado Ábramar la libera y le aconseja crear una nueva baraja de tarot más poderosa. Y desde ahí nosotros retomamos esta narrativa cargada de temas muy profundos.
Ya desde este inicio podemos denotar que algo principal será la importancia de las amistades y su apoyo durante las épocas difíciles, pero el juego no se queda ahí, va mucho más allá. Nos habla de diversidad, colectivos y minorías, de la soledad, de la enfermedad mental, del amor y la amistad, de la importancia de impactar positivamente con nuestras decisiones, de la política, de la unidad y la comunidad… En esencia, de la experiencia humana. Nos cuenta sobre cómo el ser humano se construye a sí mismo a través de las decisiones que toma, haciendo hincapié a su vez en todas aquellas opciones que se abandonan cuando nos decantamos por elegir una, siendo claro el mensaje “somos lo que somos y lo que no somos”. Todo ello a través de una narrativa interesante, unos personajes de los que una se enamora nada más conocerlos y unas decisiones profundas y complicadas.
No hay dos como tú /:
Ábramar, Fortuna, Jasmine, Dahlia, Patrice, Grethe… Son personajes muy complejos, cargados de motivaciones y problemáticas personales que tiran de la aventura y la hacen progresar a medida que interesan al jugador con sus dilemas. Sus personalidades están tan bien construidas que he caído rendida una vez tras otra con cada personaje nuevo que se me presentaba. Os lo diré muy claro: Estos personajes enamoran. Cuando juegas The Cosmic Wheel Sisterhood corres el riesgo de entrar en un bucle en el que repites la historia una y otra vez con tal de poder disfrutar de su compañía de nuevo.
Su cercanía viene muy marcada por cómo se expresan, por cómo hablan. Y es que, en esta aventura conversacional, el estilo de cada uno está muy marcado, pero al mismo tiempo nos permite identificarnos con todos y cada uno de ellos. El tono fresco, actual de las brujas acompaña la narrativa con una apariencia de sencillez que como escritora reconozco que es difícil de crear. La naturalidad con la que nos habla el demonio nos acerca a él para establecer un vínculo de confianza y cariño. He recorrido esta narrativa de la mano de unos personajes que más bien se han sentido como amigos.
Gracias a este vínculo afectivo que se crea tanto entre ellos mismos como entre ellos y el jugador, la profundidad de la narrativa se transmite en estos diálogos apelando al receptor de una manera muy directa, lo que crea un entorno en el que las duras preguntas sobre la existencia humana cobran vida.
Estos personajes nos hacen darnos cuenta de lo importante que es vivir en compañía y contribuir con nuestras decisiones a crear un ambiente mucho más acogedor y diverso. Nos permiten explorar cómo funcionan las relaciones humanas desde el cariño que emana de ellos. Nos hacen sentirnos una más de la hermandad.
En un momento dado del juego Patrice dice: “Tener un gran poder y no usarlo es irresponsable”, pues bien, el jugador tiene el gran poder de tomar decisiones, lo que nos lleva a pensar que solo se ejerce adecuadamente este poder cuando se emplea con responsabilidad. Contribuir a la sociedad, a la comunidad, es tomar decisiones responsables para mejorarla.
Y a raíz de todo esto, de esta vida en sociedad, los desarrolladores dejan muy clara su postura: vivir es decidir, tomar acción y no dejar pasar la vida. Somos lo que somos y lo que no somos. Nos construimos en nuestras decisiones, en aquellas que aceptamos y en aquellas que abandonamos en pos de una más conveniente. Damos forma a nuestro destino. Es algo que todos los personajes nos hacen ver cuando hablamos con ellos, pues solo cuando decidimos actuar en sus vidas podemos ayudarles, solo cuando tomamos partido estamos viviendo realmente. ¿Y qué mejor para esto que hacer un juego en el que nuestras decisiones sean imprescindibles?
Observar cómo los creadores de The Cosmic Wheel Sisterhood han explorado conceptos tan profundos desde la aparente sencillez de una conversación es una experiencia que se acerca a lo mágico. Cómo han conseguido reunir unos personajes inolvidables, una trama interesante y una libertad de decisiones para entretejer la telaraña de su propia narrativa. Cómo han logrado unir los finos hilos de una historia que atraviesa la experiencia humana y construir sobre un asteroide una sensación de reconforte por verse rodeado de cariño y calor humano. Cómo han vencido al artefacto, a lo construido, a lo ficticio, para otorgarnos la naturalidad de una experiencia profunda y terrenal que resurge como un recuerdo vívido.
Otra cosa es hablar del apartado técnico /:
The Cosmic Wheel Sisterhood es un juego muy pulido. El desarrollo, pese a que tuvo que pararse por problemas personales de los creadores, ha resultado en una historia que funciona a la perfección, sin un solo fallo.
Yo lo he jugado en la Rog Ally (Asus) y casi al mínimo: a 10w (vatios) y 30 FPS. Las especificaciones del juego indican que no es muy demandante y esto se cumple, pero es precisamente en esa sencillez donde se luce.
The Cosmic Wheel Sisterhood funciona a las mil maravillas, así que no necesitaremos que ningún astro se alinee para poder jugarlo.
REVIEW THE COSMIC WHEEL SISTERHOOD
REVIEW THE COSMIC WHEEL SISTERHOOD
Apartado Gráfico
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Como todo en The Cosmic Wheel Sisterhood, su aspecto visual emana calma, reconforte y un aura cósmica que le va muy bien al juego. La paleta de colores de tonos azules, violetas y rosas está tan bien conjugada que cada escena es una delicia de observar. Además, el pixel art le queda que ni pintado.
Marina González e Iván Papiol se volcaron en crear un nuevo concepto de brujería a través del apartado gráfico de The Cosmic Wheel Sisterhood, pues las brujas que vamos conociendo tienen personalidad y no representan un único estilo en el aquelarre. En las distintas trazas de color y detalles que los artistas nos dejan entrever en sus trabajos, podemos encontrar brujas de todas clases, épocas y profesiones: brujas medievales que cultivan jardines medicinales, brujas extraterrestres que forjan armas, brujas arquitectas que esculpen santuarios, brujas tejedoras, chilomantes… Videntes. Todas y cada una de estas mujeres viven rodeadas de su propia aura de color y estilo muy unidos a su personalidad y a sus oficios.
Dahlia, la más enérgica y entusiasta, además de estar caracterizada por tener posturas que denotan mucho movimiento cuando hablamos con ella, luce un vestido rojo que irradia energía y buenas vibras. Jasmine, haciendo honor a sus jardines, refleja en sus tonos amarillos y verdes pastel un sentimiento de responsabilidad, deber y decoro. Grethe, la más atrevida, determinada y curiosa, nos plantea sus dudas existenciales en tonos grises y naranjas que dejan muy claro que las respuestas a sus preguntas nunca son blancas o negras. Así mismo la chilomante conjunta el rojo con tonos de naranja brillante y blanco añadiendo su toque picante a las interacciones que tendremos con ella. Fortuna viene descrita en colores morados, blancos y grises como símbolo del azar y el destino.
Y Ábramar, mi querido behemot, tiene un diseño complejo. Suele estar enrollado alrededor del asteroide de Fortuna, haciendo resaltar sus tonos morados y sus cicatrices amarillas en contraste con las paredes rosas de la casita de la bruja. Sus expresiones me resultan hipnotizantes. Denotan a la perfección el sentimiento que se expresa en el diálogo, y le aportan un aire picaresco y demoniaco que nos hace dudar de sus verdaderas intenciones. Me encanta observar cómo va cambiando su mirada a medida que lo vamos conociendo más a fondo en las distintas situaciones que se dan. De unas pupilas dilatadas y llenas de curiosidad a una sonrisa aguda que grita peligro. Su diseño es irresistible. Es imposible no caer rendida ante las exigencias demoniacas que nos hace con esa sonrisa picarona.
Los entornos no dejan nada que desear, todo transmite calma y está impregnado de la oscuridad de ese cosmos inexplorable. La playa, el cementerio, el invernadero, la casita de Yu-ënia, el asteroide de Fortuna… Todo se siente muy mágico y acogedor. Y aunque sus escenarios son estáticos, el precioso pixel art nos demuestra que en cada objeto representado hay vida, que todo lo que nos rodea tiene alma, pues algunos están dotados de animaciones bastante tiernas. Los entornos nos involucran en un ambiente apacible y cósmico en el que la vida parece detenerse para que saboreemos la sensación de recogimiento. Todo ello, visualmente, susurra un encantamiento al que todavía no he podido resistirme.
El poder diseñar mis propias cartas, me ha dejado con la sensación de que en parte yo pertenezco a este cosmos como una bruja más, con la habilidad de combinar colores y formas a mi antojo para configurar una preciosa baraja de tarot que refleje mi interior. Los creadores nos han dejado jugar con ellos, con su estilo y con sus paletas para que nosotros podamos ser a su vez los diseñadores de nuestro propio juego, haciéndonos ver que nosotros mismos somos los que diseñamos nuestro destino, los que le damos color y forma a nuestras opciones.
Apartado Sonoro
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MÚSICA
Fingerspit es increíble. Ha conseguido hacer que me enganche a la banda sonora del juego y de otras muchas que ha compuesto. Su estilo mezcla piano, guitarras eléctricas y suaves toques de batería que alternan la melodía y el ritmo para expresar emociones. Me encanta que sea música ambiental, pero con personalidad, y en algunos casos muy identificable y tarareable, pues cada bruja o situación tiene su tema.
Cuando inicio el juego y me reciben esas notas en piano me recorren escalofríos por los brazos. Tiene ese hálito a nostalgia, de un recuerdo alegre que nunca me ha pertenecido y que de algún modo poseo. Es como el abrazo de un ser querido.
Escuchar bandas sonoras me gusta de por sí, pero esta en específico me ha invitado a descubrir algunas cosillas más de la artista, y he de decir que estoy encantada. Fingerspit me ha hechizado con su forma de construir esas melodías tan preciosas.
DOBLAJE
En un principio, no sabía que Jordi de Paco se sentía más cómodo escribiendo bajo la calidez del habla inglesa, por eso me sorprendió ver a Judit Tur entre las localizadoras y localizadores del juego.
Si bien es cierto que este doblaje no se escucha, sino que más bien viene escrito, me parece imprescindible resaltar el grandísimo trabajo de la traductora española para ajustar las expresiones anglosajonas a las castellanas. Cada frase, cada coma, cada palabra representa a la perfección la entonación propia de los personajes en una forma de expresión cercana y moderna que establecerá un vínculo con el jugador casi inmediatamente. La manera en la que esta localizadora ha conseguido plasmar tan naturalmente lo que nos cuentan los personajes, el modo en el que entre sus frases descubrimos un aura de espontaneidad, de sinceridad, de confianza… Es sencillamente embrujador.
EFECTOS
Lo mismo ocurre con los efectos de sonido del juego. Cada vez que se activa uno de nuestros pactos con Ábramar se escucha cómo un cristal se rompe, algo frágil que se resquebraja en mil pedazos dándonos la sensación de que efectivamente una parte de nuestra alma se destroza para dar pie a ese sacrificio, recordándonos que toda elección trae consigo un cambio, de que todo aquello que elegimos conlleva una renuncia de lo que tenemos.
Del mismo modo, puedo comentar que los burbujeos que escuchamos cuando alguien habla y que describen la aparición súbita de las letras en el cuadro de diálogo me han encantado. Cada personaje tiene un tono y una velocidad asociados. Ábramar habla pausadamente en un diálogo de notas graves, pero en cambio Dahlia corre por las frases de forma libre y decidida.
Así los días en el asteroide van pasando con sus notas mágicas, sus tintineos cósmicos y sus armonías brujeriles. Así, con estos efectos de sonido tan cuidados y marcados, denotamos en cada personaje una manera única de proyectar su voz, de contarnos su historia. Así encontramos en The Cosmic Wheel Sisterhood un entorno donde querremos quedarnos eternamente.
Jugabilidad
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Aunque es cierto que The Cosmic Wheel Sisterhood tiene un gran componente de narrativa interactiva o aventura conversacional, su jugabilidad va mucho más allá, pues no solo tendremos la posibilidad de elegir nuestra próxima línea de diálogo, sino que podremos intervenir directamente en el destino de Fortuna y las demás brujas a través de la baraja de tarot.
En efecto, la construcción de mazos es esencial en este juego. Ya no solo desde un punto de vista visual, como he mencionado antes, sino que en la propia jugabilidad afecta muy directamente. Para configurar cada una de las cartas tendremos que recoger energía de nuestras opciones de diálogo, y de este modo alternar los distintos tipos de energías para equilibrar las cartas y así alterar los resultados de sus lecturas posteriores. Pongo un ejemplo: si queremos una carta con lecturas muy catastróficas y radicales tendremos que llenarla con elementos que compartan la energía del fuego, así que en nuestras opciones de diálogo deberemos elegir aquellas que nos otorguen más puntos de fuego; pero si queremos una carta equilibrada, tendremos que mezclar aire, tierra, agua y fuego para que exista una lectura más amplia y variada. Por lo que el juego nos permite diseñar nuestras lecturas, nos permite jugar con nuestras propias opciones para que podamos transformar el curso de los acontecimientos según nos convenga, siempre y cuando tengamos en cuenta que dichas cartas surgirán al azar de nuestra mano con cada sesión de tarot.
Los diseñadores del juego nos proponen aquí la posibilidad de escribir hasta cierto punto nuestro destino en el juego, recordándonos siempre que con cada elección que hagamos, damos la espalda a otra. Equilibrar los elementos en cada carta será una tarea necesaria si queremos ser capaces de contribuir al destino del aquelarre. El azar estará presente en cada lectura, pero siempre podremos manipularlo creando cartas complejas. Todo ello viene a transmitirnos el sentido más profundo del juego: “Tú creas tu propio destino”, “Tú configuras la baraja de opciones de tu vida”.
Y así, entre las muy variopintas opciones que nos ofrece este juego, seremos capaces de dirigir una campaña electoral, mandando a las brujas a recabar información, ampliar el número de adeptas, recoger energía del cosmos o sacar trapos sucios de las contrincantes. Nuestra tarea de coordinación se verá acompañada de esa idea de fondo: contribuir al aquelarre es decidir con responsabilidad. Y ya que Fortuna no puede salir de su asteroide, nos veremos forzados a emplear las mejores habilidades de las brujas que nos rodean para rematar esta carrera política.
En este sentido, recibir visitas de posibles apoyos y opositoras, informarnos sobre el estatus de las votaciones, consultar los distintos sectores demográficos de nuestro aquelarre, estudiar magia y leer narrativas interactivas se convertirán en las actividades que nos harán reflexionar sobre la vida, el universo y todo lo demás para afrontar las duras jornadas políticas. Y aunque es cierto que no me suele gustar la mezcla de la política en mis juegos, me parece que en The Cosmic Wheel Sisterhood es indispensable y se nos presenta de una forma muy amable. Me ha dado en lo que pensar, me ha hecho cambiar de opinión sobre esto, y es que también los juegos nos mueven a actuar, a colaborar en nuestra sociedad y contribuir con nuestra voz y votos a cambiar el rumbo del mundo.
Así pues, llegamos a los distintos finales de la historia de Fortuna. Finales que rezuman la esencia misma de los recuerdos felices y que hablan directamente a lo más profundo de nuestro ser. Somos lo que somos y lo que no somos, pero es mejor vivir y decidir que dejar que la vida nos pase por delante sin participar de ella.
The Cosmic Wheel Sisterhood se despide de sus jugadores recordándoles algo esencial: “Nada es culpa tuya. Y, al mismo tiempo, todo es tu responsabilidad”. Por lo que vive y toma decisiones, rodéate de gente que te quiere y crea con todo ello recuerdos felices y duraderos, dado que este es el verdadero sentido de la vida.
Lo dicho, nunca un juego me había tocado el corazoncito de la manera en que The Cosmic Wheel Sisterhood lo ha hecho. Sollozo de alegría y tristeza después de haber pasado por todas las experiencias que me ha permitido encarar esta obra. Da gusto poder disfrutar de juegos como estos que nos hacen reflexionar, decidir y disfrutar a cada segundo. Gracias, Deconstructeam, por haberme permitido convertirme en una de vuestras fantásticas brujas.
Pues no sabía que los de red string club, habían sacado otra novela visual y con tan buena pinta.Solo me queda preguntar,¿el juego es largo o corto?
¡Es muy cortito, unas 10 horitas o menos!
perfecto para leer en una tarde